viernes, 21 de enero de 2011

¿Quienes somos?



En el laboratorio dental Bustamante realizamos trabajos de prótesis fija, removible y combinada, aplicando en estos  las técnicas necesarias para poder lograr su máxima adaptación y naturalidad.

Lo que presento en estas fotografías es uno de nuestros trabajos de porcelana sobre metal con terminación en hombro cerámico, el cual, gracias una minuciosa estratificación,  logra reflejar la naturalidad deseada. 

Los materiales usados en nuestro laboratorio, son provenientes de las empresas con mayor recorrido en el círculo dental, siendo estas las primeras en calidad e innovación, ayudando esto a que podamos ofrecerle una total garantía en su biocompatibilidad y duración.

Gracias al conocimiento y experiencia adquirida con 20 años realizando trabajos de prótesis dental y al buen manejo de la comunicación con nuestros clientes  odontólogos, hemos podido lograr la total satisfacción del mayor porcentaje de los pacientes a los que hemos tenido la oportunidad de brindarles nuestros servicios.

Nuestro afán en los pequeños detalles y hacer que con nosotros encuentre la atención y servicio que siempre ha buscado, garantiza que usted quede completamente satisfecho con el trabajo que le ofrecemos.

viernes, 1 de octubre de 2010

Porcelana


La cerámica que usamos es de la firma VITA Zahnfabrik, la línea VM, quiere decir, VM7 (libre de metal) y VM13 (sobre metal).

Los colores en esta línea de porcelana son definidos con la guía de colores 3D Master, con lo que se logra llegar a estos de una manera realmente objetiva.

Además estos colores dentales de la línea VM, han sido trabajados con un concepto distinto al acostumbrado usar en las cerámicas de recubrimiento actuales, manejando en estos el concepto de saturación en el pigmento cromático y no el de opacidad, en la masa cerámica que representa a la dentina. Logrando de esta forma el no perder ninguno de los aspectos del color determinado, aún existiendo espacios reducidos para la confección de la prótesis.

Gracias a las modificaciones hechas en el proceso de producción, la firma VITA ha logrado con esta cerámica, que su micro estructura presente tras la cocción, una distribución homogénea de las fases cristalinas y vítreas, en comparación con las cerámicas convencionales. Sumado a esta cualidad el contar con un tamaño medio de grano de 18 micras aprox., consigue una gran similitud abrasiva al esmalte dental natural, de esta manera no siendo dañadas las piezas antagonistas ni contiguas.

3D Mester

Resumen
Con el objetivo de alcanzar una sistematización y una precisión aún mayor al determinar el color dental, se desarrolló el sistema VITA SYSTEM 3 D-MASTER®.Este sistema se basa en la incorporación sistemática de la cromatología moderna. El conocimiento del desarrollo de un espacio cromático en el que se determinan numéricamente las diferencias de color facilita la comprensión del espacio cromático en el que se encuentran todos los colores dentales existentes en la naturaleza.
El VITA SYSTEM 3D-MASTER® divide este espacio cromático en cinco grupos de luminosidad. Durante el proceso de determinación del color, se adjudica en primer lugar el grupo de luminosidad correspondiente, determinando a continuación, y dentro del mismo grupo, el resto de características cromáticas.
Palabras clave
CEREC, CAD/CAM, VITA SYSTEM

3D-MASTER, colores dentales, cromatología



La determinación del color del diente

Andres Baltzer, Vanik Kaufmann-Jinoian


Seguramente no habrá nadie a quien le resulte difícil resolver nuestro pequeño problema
gráfico de la figura 1: se ven cuatro flechas de colores saliendo de un palo vertical y un plátano. La construcción puede compararse con un poste indicador. Quedémonos por un momento con la idea del poste. Las flechas salen del centro de éste, que se hace más claro a medida que aumenta su altura, y señalan en las direcciones de diferentes colores. El plátano se encuentra a una altura en la que el poste ya es bastante claro, orientándose en la dirección del amarillo y del rojo. Si un caminante va desde el poste hasta el plátano, llegará a una zona en la que dominan los colores entre rojo claro y amarillo claro.

 Fig. 1: Indicador de color: en un poste que se hace más claro a medida que aumenta su altura, hay cuatro flechas de un color cada vez más intenso señalando en las cuatro direcciones cardinales en los colores azul, rojo, amarillo y verde. El plátano se halla entre el rojo y el amarillo, en la zona clara del poste vertical, y simboliza el espacio cromático que abarca todos los colores dentales existentes en la naturaleza.
CIE (1976) Sistema L*a*b*







Fig. 2 (página de al lado) El espacio cromático L*a*b* con el eje de luminosidad vertical L (value) y los ejes horizontales de color a y b. Estos últimos definen el plano del color, en el que la intensidad cromática (chroma) aumenta radialmente hacia fuera a partir de la ausencia de color central. Los colores (hue) se hallan en forma de mezclas pasando del azul al rojo, amarillo y verde en el plano del color en torno al eje central incoloro. En los planos cromáticos más altos los colores aparecen más claros; en
los planos más bajos, más oscuros. El plátano marca la posición y la forma del espacio cromático de los dientes naturales.





Los sistemas cromáticos L*a*b* y L*C*h*
Quien trabaja día tras día con los colores, como es el caso del protésico dental y del odontólogo,
ve en la imagen del poste indicador con el plátano algunas relaciones. En las cuatro
direcciones de color y en la luminosidad creciente hacia arriba y decreciente hacia
abajo reconoce una variedad forjada en la fantasía del espacio cromático tridimensional
llamado sistema L*a*b* en la colorimetría (Fig. 2).
En este espacio se encuentran todos los colores visibles para el ojo humano. A media
altura del eje central vertical, blanco y negro, se divisa un plano horizontal de color (gris)
en el que se encuentran los colores verde y rojo (eje a) y azul y amarillo (eje b) señalando
en las cuatro direcciones principales. No están representadas en la imagen las mezclas
de colores, que se encuentran entre los colores principales y completan el plano cromático.
En este plano cromático se desarrollan los colores desde el eje blanco y negro central
incoloro hacia la periferia, ganando progresivamente en saturación (intensidad). Cuanto
más alto esté localizado el plano cromático en el eje blanco y negro vertical, más claros
parecen estos colores; cuanto más desciende, más oscuros resultan los colores.
El plátano representa aquella zona del espacio cromático en la que se encuentran los
colores dentales naturales. La forma del plátano simboliza las relaciones naturales: los
diversos colores dentales se distinguen mayormente por su luminosidad, por lo que el
espacio cromático dental se extiende verticalmente en relación con el eje de luminosidad,
estirándose de forma similar a un plátano. Más arriba se encuentran los dientes más
claros; más abajo, los dientes más oscuros. Los colores dentales más intensos se hallan en
la curvatura externa del plátano, más alejada del eje central L incoloro; los dientes con un
matiz rojizo se orientan hacia el eje a; los dientes con un matiz amarillento, hacia el eje b.
El interesante origen del sistema cromático L*a*b* forma parte de la historia cultural
europea. Tratando este punto, es grande la tentación de adentrarse en los aspectos físicos,
neurofisiológicos y psicológicos de las diversas teorías y sistemas de los colores.
Sin olvidar queda el rechazo rotundo de Goethe de los conocimientos físicos presentados
por Newton 50 años antes y que ya habían sido aceptados en círculos científicos.
“Wer aber das Licht in Farben will spalten / Den mußt du für einen Affen halten ...”, ["A
quien quiere dividir la luz en sus colores, a éste debes considerar un petimetre..."] sentenció
el poeta, considerando necesario oponerse en sus versos al visionario físico.
Durante 200 años, físicos, fisiólogos y filósofos escribirían como mínimo una vez en su
vida un ensayo o un discurso sobre esta polémica incomprensible levantada por Goethe
contra Isaac Newton. Tan sólo los conocimientos de la investigación moderna acabarían
con este tema permanente del discurso científico. 200 años más tarde, Goethe probablemente
no habría entrado en este debate con la óptica física. Los conocimientos actuales
cierran la zanja entre la física por un lado y las percepciones cromáticas por otro. La
relación entre las cosas es mucho más estrecha de lo que se podía pensar en la época de
Goethe.
En las primeras décadas del siglo XX se hizo cada vez más patente el deseo de establecer
un método objetivo para determinar el color. Se buscaba un sistema cromático que
contara, por un lado, con la capacidad del ojo humano de detectar la coincidencia de colores,
y que representara, por otro lado, una construcción matemática con la que fijar la
posición del color a determinar en relación con cualquier color primario.
Como la comparación de una muestra de color a determinar con un patrón estándar
es siempre un proceso subjetivo, se buscaba un sistema cromático independiente de
Fig. 3 izquierda: El triángulo RGB (Rojo-Verde-Azul, Red-Green-Blue en inglés) de Maxwell: cada color secundario se encuentra en centro de gravedad de la línea que une los colores a mezclar. Derecha: Representación gráfica de la composición cuantitativa de las proporciones correspondientes de rojo, verde y azul en el color secundario S.

patrones. Además, un patrón se vuelve más claro con el paso del tiempo, lo que le hace
perder exactitud. Por tanto, la CIE (Commission Internationale d’Eclairage) recibió el
encargo de desarrollar una tabla de colores normalizada, definida matemáticamente y
que cumpliera con los deseos de precisión y objetividad.
El desarrollo de una tabla normalizada de estas características en forma de una construcción
matemática se basa en el triángulo cromático del físico James C. Maxwell. Este
físico escocés presentó en el año 1859 su "Teoría de la percepción del color", teoría que
representa el origen de la medición del color (colorimetría). Maxwell demostró con ella
que todos los colores son generados mediante la mezcla de los tres colores espectrales:
rojo, verde y azul. Él adjudicó los tres colores principales: rojo (R, inglés "red"), verde (G,
inglés "green") y azul (B, inglés "blue") a los vértices angulares de un triángulo isósceles
y representó de esta manera que cualquier color secundario se halla en el centro de
gravedad de la línea que une los colores a mezclar (fig. 3 izquierda). La proporción de
cada color principal corresponde al área de su triángulo isósceles parcial, definido a su vez
por el punto de localización del color secundario dentro del triángulo principal (punto S
en la fig. 3) y el lado correspondiente al color en este mismo triángulo.
Las relaciones pueden representarse de manera todavía más comprensible mediante la
reticulación del triángulo principal (fig. 3 derecha): en este triángulo RGB de Maxwell el
color secundario S se compone de una porción roja de 9, una porción verde de 16 y una
porción azul de 49 triángulos parciales. Si, por ejemplo, el punto S se localiza arriba del
todo en el "ángulo azul", resulta como "color secundario " un azul puro, al no quedar
ninguna parte para el rojo y el verde.
Las relaciones y distancias geométricas entre los colores en el triángulo RGB de
Maxwell tienen un significado exacto y se basa en las siguientes mediciones psicofísicas:
empleando fuentes luminosas estandarizadas, los probandos modifican la mezcla de rojo,
verde y azul hasta que su percepción del color coincida con una muestra. Con ello intervienen
tres factores en la percepción del color:

Fig. 4 Tabla de color normalizada (CIE 1931): los colores del espectro están dispuestos a modo de una herradura en torno al punto del blanco absoluto, el llamado punto acromático (U). El grado de saturación del color, es decir el colorido o croma, aumenta hacia la periferia. Todos los puntos dentro de la herradura representan una variedad cromática. Trazando una recta de la variedad cromática A a la variedad B, sólo es posible generar mediante la mezcla aditiva de colores aquellas variedades romáticas que se encuentran en la misma recta. Así, por ejemplo, no se puede crear una luz amarilla a partir de la mezcla entre las luces verdiazul y roja.

 
Fig. 5 Tablas de color normalizadas que representan los planos de luminosidad decreciente. Los diagramas muestran la apariencia de los colores cuando hay menos luz. Este espacio cromático se
denomina sistema CIE-1931 o, por su forma, "cucurucho de color".

_ El observador (definido como una persona con visión normal)1
_ la fuente luminosa (definida por la temperatura cromática en °Kelvin)2
_ el objeto (definido por su propia información cromática. Se eliminan todos los reflejos
[reflexiones] de fuentes luminosas adicionales [luz deslumbrante])3
La mezcla en cuestión es definida por sus tres valores R, G y B, conocidos como “valores
tricromáticos” (valores triestímulo). Con ello se proporcionan tres variables que caracterizan
un color: la tonalidad (en inglés hue), la saturación (en inglés chroma) y la luminosidad
o claridad (en inglés value). Al registrar los resultados experimentales en el triángulo,
los colores rojo, verde y azul se hallan en los ángulos del triángulo y, en el interior
del triángulo, todas las variedades de colores secundarios. En el interior del triángulo
estas últimas desembocan en un punto del blanco puro.
Partiendo de esta base, la CIE desarrolló en 1931 el diagrama cromático (tabla normalizada,
sistema estándar de valencias). Los antiguos valores tricromáticos RGB de
Maxwell fueron formulados matemáticamente y sustituidos por los tres nuevos valores triestímulo
X, Y, Z. En el anexo 4 se hace una breve referencia a esta modificación.
En el diagrama cromático resultante, el eje horizontal corresponde a los valores de X, y
el eje vertical a los valores de Y (fig. 4). En el eje Z, el diagrama XY es sólo un plano en el
espacio cromático, el cual recoge la percepción luminosa. Los planos que se localizan en
el eje Z hacia el punto 0 representan colores de luminosidad decreciente. Esto significa
que los diagramas correspondientes muestran la apariencia de los colores cuando hay
menos luz. En la terminología científica, generalmente más bien sobria, este espacio
cromático del sistema CIE-1931 recibe también el nombre de "cucurucho de color" (fig.
5).

Para la aplicación industrial no sólo tiene importancia la medición de los colores. Es
fundamental la posibilidad de determinar con exactitud las diferencias entre ellos. La
razón es evidente: un cliente que encarga a un fabricante un objeto deseado (por ejemplo
un coche) en el color deseado (por ejemplo verde hielo) espera que el objeto encargado
presente un color que coincida con un segundo color (ya existente), aceptando, por
supuesto, un pequeño margen de tolerancia.
Desgraciadamente, los especialistas en colorimetría no pueden determinar las diferencias
entre colores simplemente como distancias en un diagrama. Por ello, los críticos de
este sistema siempre han insistido en el inconveniente de que el verde esté sobrerrepresentado,
mientras que los tonos rojos, violetas y azules se apiñan en los ángulos.
Desde los años 60 se sugieren en la literatura en torno al tema "diferencias entre colores"
una y otra vez nuevas fórmulas prácticas, de mayor o menor difusión, para el cálculo
de dichas diferencias. En 1976 apareció bajo la abreviatura CIE-L*a*b* una nueva
métrica, recomendada por la CIE, que experimentó una gran utilización seguidamente,
en concreto para objetos no luminiscentes tales como textiles, pinturas y objetos de plástico.
En el anexo 5 se describe brevemente la transformación matemática. El sistema CIEL*
a*b* parece cubrir las necesidades industriales mencionadas. En la figura 2 ya se ha
representado este sistema.
Otra representación del sistema CIE-L*a*b* puede realizarse muy bien con ayuda de
los parámetros L*C*h*. Manteniendo la distribución de los colores en el espacio cromático
L*a*b*, cambia aquí únicamente el cálculo de la localización del color en el espacio
cromático. En el sistema L*a*b* la posición de un color se define con las distancias en las
coordenadas L, a y b. En el sistema L*C*h* se define la posición de un color en base a su
distancia en la coordenada L (luminosidad, value, altura de la posición del color en
relación con el eje L), la dimensión C (intensidad, chroma, distancia del eje L al punto
cromático) y el ángulo h (tonalidad, hue, ángulo entre el eje +a y la posición del color).
Ambos sistemas, L*a*b* y L*C*h*, se comparan en las figuras 6 y 7.
Para un mismo punto cromático S se han marcado los parámetros L*a*b* a la izquierda
y los parámetros L*C*h* a la derecha. De este modo se realiza la transformación
matemática entre L*a*b* y L*C*h* según las siguientes fórmulas y la representación gráfica
en la figura 8:
Transformación de L*a*b* en L*C*h* (en el cuadrante‚+a / +b’)6
L*C*h* | L (value) sigue como L | C (chroma) = a2 + b2 | h (hue) = sen(h) = b/a2 + b2
Para determinar el color dental es prioritario evaluar la interacción de las dimensiones
luminosidad (L), intensidad (C) y desviación (h) del color. Con fines prácticos es más fácil
manejar los valores L*C*h*, ya que hacen referencia directa a las características cromáticas
de interés como son la luminosidad (L), el croma (C) y la tonalidad (h). El valor de
croma (C) se expresa directamente en la dimensión C y no requiere ser calculado mediante
la fórmula arriba expuesta. Asimismo, el valor de tonalidad, es decir, la desviación
del rojo (+a) hacia el amarillo (+b), puede expresarse mucho más fácilmente con la
dimensión angular h.

Fig. 6 y 7: El espacio cromático L*a*b* y el espacio cromático L*C*h* son idénticos en cuanto a la distribución de los colores. Únicamente la posición de los puntos cromáticos se calcula de forma diferente.






Fig. 8 Posición del punto S (mezcla de rojo y amarillo) en el plano cromático: en el sistema L*a*b* ésta viene definida a través de a (horizontal) y b (vertical). En el sistema L*C*h* es determinada por C y el ángulo h.





La posición del espacio cromático dental dentro de los espacios cromáticos L*a*b* y L*C*h*
La zona de los colores naturales dentales ha sido descrita al principio como un espacio
cromático en forma de plátano en los sistemas L*a*b* y L*C*h*. Este espacio cromático
dental está situado entre el rojo claro y el amarillo claro y se extiende de forma un poco
alargada y paralelamente al eje de luminosidad. Comparando los valores de los colores
(es decir, las indicaciones de la posición en el espacio cromático) del diente más claro
existente en la naturaleza con los del diente más oscuro, en el sistema L*a*b* se obtienen
los valores de referencia de 78/1/12 y 62/6/31 (Fig.10). En el sistema L*C*h* estos valores
son de 78/12/86 y 62/33/78 (Fig. 9).
 





 Fig. 9 y 10: Los valores L*C*h* y L*a*b* del diente natural más claro en comparación con el diente natural más oscuro. Las diferencias de los valores L*a*b* ascienden a las magnitudes de DL= 15.32, Da = –5.75 y Db = 19.07. El parámetro DE indica la diferencia percibida entre ambas muestras de color
y equivale a la distancia entre ambas posiciones cromáticas en el espacio cromático.


Con la transposición de los valores L*C*h* a una representación gráfica del espacio  cromático se visualiza la posición del espacio cromático dental (plátano) (Fig. 11). La punta clara del plátano se halla a una magnitud de luminosidad de L = 78 (value), muestra una intensidad reducida de C = 12 (chroma) y, con un ángulo de h = 86 (hue), se encuentra muy alejada del eje del rojo +a y casi encima del eje del amarillo +b. La punta oscura del plátano se sitúa más abajo, a una magnitud de luminosidad de L = 62 (value), demuestra con C = 33 (chroma) una intensidad tres veces mayor, y se orienta con un ángulo de h = 78 (hue) más hacia el eje del rojo +a. El espacio cromático dental en forma de plátano, por tanto, se ubica en el espacio cromático, tal como está representado en la figura 11, doblemente inclinado y a un nivel de luminosidad alta entre 78 y 62. En relación con la vertical, su eje longitudinal se inclina por su extremo superior hacia el eje de luminosidad y por su extremo inferior hacia el color amarillo. Partiendo de la
posición del espacio cromático dental dentro del espacio cromático psicométrico, por tanto, también es posible determinar colorimétricamente lo que cualquier protésico dental y odontólogo saben sobradamente, esto es:







Fig. 11 La posición del espacio cromático dental dentro del espacio cromático L*a*b*.







_ Los dientes más claros presentan una intensidad cromática menor y una mayor proporción de amarillo.
_ Cuanto más oscuros sean los dientes, mayor es su intensidad cromática y su proporción de rojo.

El parámetro ÄE
La diferencia perceptible entre el color del diente natural más claro y el más oscuro L*a*b*
78/1/12 frente a L*a*b* 62/6/31) se visualiza como la distancia entre las posiciones de ambos colores en el espacio cromático y se denomina ÄE. El signo "Ä" representa la diferencia y "E" es la abreviatura de "percepción" ("Empfindung" en alemán). El cálculo matemático de ÄE se basa en la fórmula de Pitágoras para una diagonal:
E = ÄL2 + Äa2 + Äb2


Fig. 12: La diagonal entre los puntos P2 y P1 corresponde a la distancia
cromática y es expresada con ΔE. ΔE refleja la diferencia
percibida por el ojo humano entre los colores localizados en los
puntos P1 y P2. Los valores de ΔE por debajo de 2 son difícilmente
reconocidos por el ojo humano como una diferencia entre colores.
La máxima distancia posible en el espacio cromático L*a*b*
asciende a ΔE = 387.




En la figura 12 se explica este tipo de cálculo de ÄE gráficamente. De la fórmula matemática de ÄE se deriva que ÄE indica la magnitud absoluta de la distancia cromática entre el color de referencia y el color de la muestra. No expresa en qué dirección se orienta la desviación del color de la muestra.
El parámetro ÄE no indica, por ejemplo, si el color de la muestra se distingue del color de referencia por una menor luminosidad y una mayor intensidad cromática, lo cual se representa gráficamente en la figura 12. En torno al color de referencia P2 existen infinitos colores de muestra con la misma desviación ÄE. Todos estos colores están situados en la superficie de la esfera que tiene P2 como centro y ÄE como radio. Dentro del rango de los colores dentales, en el que los valores de ÄE son muy pequeños, este hecho juega un papel importante. Frecuentemente el ojo humano percibe bajo una iluminación determinada (lámpara de quirófano junto al sillón del dentista) una coincidencia  supuestamente buena entre los colores de dos dientes, a pesar de que uno de los mismos sea más oscuro y por ello de un matiz menos intenso. Al salir de la consulta no es raro que aparezcan la desilusión y la decepción. Quien desea evitar estos casos, recurre a la ayuda de un colorímetro digital, el cual no sólo mide la magnitud aproximada de ÄE, sino que también es capaz de registrar las diferencias exactas de los valores de luminosidad, intensidad y tonalidad7. En la próxima edición de la revista Quintessenz Zahntechnik se publicará un informe acerca del funcionamiento de estos aparatos y de su aplicación racional para completar la determinación visual del color del diente.

La determinación del color del diente
El problema de la determinación del color de un diente radica en la localización correcta del diente en el espacio cromático dental en forma de plátano. Para ello se comparan las piezas de un muestrario de colores dentales (guía de colores) con el diente de referencia en la boca. Esta comparación del color define el color del diente de referencia adjudicándole el código de la guía de colores.




Fig. 13: En las guías de colores tradicionales las diferentes muestras suelen distribuirse de forma irregular por el espacio cromático dental. Como consecuencia, resultan aglomeraciones con distancias cromáticas de poca variación y zonas sin muestras útiles. Algunas muestras se hallan incluso fuera
del espacio cromático de los dientes naturales.







 



Fig. 14: VITA SYSTEM 3D-MASTER: Esta guía está subdividida en cinco grupos de luminosidad. En
cada grupo se dispone de un diente central M2 rodeado de seis dientes para la determinación de las
desviaciones de intensidad y tonalidad cromáticas.



La selección del color mediante el VITA SYSTEM 3D-MASTER®

El dilema en este tipo de comparación entre los colores reside en el número de muestras de color existentes en la guía. Cuantas más muestras ofrece la guía, más comparaciones
hay que realizar, hasta que esta tarea se convierte en imposible porque el ojo humano se cansa rápidamente con esta actividad y no permite la obtención de más datos fiables. Sin embargo, cuantas menos muestras ofrece la guía, mayor influencia cobran las casualidades a la hora de tomar el color, dado que entre pocas muestras existen grandes
diferencias (distancias en el espacio cromático). Además, en casi todas las guías las muestras de color están repartidas de forma más bien arbitraria por el espacio cromático, por lo que aparecen tanto aglomeraciones inútiles como distancias cromáticas demasiado
acusadas. Muchas guías de color ofrecen además muestras que se encuentran incluso
fuera del espacio cromático dental, dificultando innecesariamente la comparación entre
colores (Abb. 13).
La guía VITA SYSTEM 3D-MASTER® reduce este tipo de problemas al mínimo. Las muestras de color están repartidas según criterios científicos por el espacio cromático con distancias cromáticas uniformes, lo que mejora decisivamente la precisión si se maneja bien. Aquí es muy útil la comprensión de los espacios cromáticos L*a*b* y L*C*h*. La guía VITA SYSTEM 3D-MASTER® ofrece cinco grupos de luminosidad repartidos por el espacio cromático dental a distancias uniformes (ÄL = 4). Los dientes de muestra de los diversos grupos de luminosidad presentan la misma luminosidad (L), distinguiéndose por su intensidad (C) y su diferencia de tonalidad cromática (h) (fig. 14). El procedimiento de la determinación del color del diente deriva de esta disposición en el espacio cromático dental.




Fig. 15: Para la determinación acertada de la luminosidad de un diente es útil realizar la comparación con los valores medios M2 de los cinco grupos de luminosidad.




Fig. 16: Estructura del VITA SYSTEM 3D-MASTER®: en primer lugar se realiza la determinación del  grupo de luminosidad (del 1 al 5). A continuación se procede a la evaluación de la intensidad cromática (pálido a intenso), y por último se determina la tonalidad (tendencia al amarillo o al rojo).


La determinación de la luminosidad (L)
En primer lugar se elige el grupo de luminosidad correcto. En cada grupo se encuentra
un diente de muestra central M2. Colocando los cinco dientes M2 en el orden de luminosidad
decreciente y comparándolos rápidamente uno tras otro con el diente de referencia,
puede excluirse casi por completo una determinación incorrecta de la luminosidad.
(Por razones que merecen consideración, VITA recomienda realizar la determinación de la
luminosidad con ayuda de los dientes M18). La precisión a la hora de determinar la luminosidad
puede mejorarse abriendo a modo de abanico las cinco muestras centrales M2
por separado sin los dientes complementarios (Fig. 15) y acercándolas al diente de referencia
en la boca situadas una al lado de la otra. La comparación debe comenzar con la
muestra del medio: 3M2. La decisión de si el diente de referencia es más claro o más
oscuro resulta más fácil que la decisión de si el diente es oscuro o más oscuro todavía.
Debe tenerse en cuenta el agotamiento del ojo en poco tiempo, por lo que hay que tomar
las decisiones directamente y sin rodeos.
Quien se haya decidido por un grupo de luminosidad hará bien en tapar los grupos
que no vengan al caso o retirarlos del soporte de la guía, ya que la experiencia muestra
que, al proceder a buscar la intensidad cromática correcta, suelen surgir dudas acerca del
grupo de luminosidad. Esto recuerda el típico movimiento de vaivén de toda la guía de
colores delante del diente de referencia; la toma de color misma se parece en este caso
más bien a la parada de la aguja en la rueda de la fortuna.

La determinación de la intensidad cromática (C)
Las decisiones subsiguientes deben tomarse, por tanto, dentro del mismo grupo de luminosidad (Fig. 16).
El diente de referencia se compara en primer lugar con la muestra central M2 del grupo
de luminosidad seleccionado. Hay que decidir si se trata de un color más intenso y saturado o de un color más pálido y diluido. En el primer caso pueden descartarse las tres
muestras del semicírculo inferior; en el caso de la segunda situación descrita, se excluyen
las muestras del semicírculo superior.

La determinación de la tonalidad cromática (h)
La tercera y última decisión se toma únicamente sobre la base de las cuatro muestras
restantes: las tres muestras superiores (valores de intensidad entre 1 y 1,5) o las tres muestras inferiores (valores de intensidad entre 2,5 y 3), así como la muestra central, que sigue estando disponible (valor de intensidad 2). Con la determinación de la tonalidad cromática finaliza la selección del color. Hay que constatar si el diente de referencia tiende más hacia lo amarillento (tonalidad cromática L, a la izquierda) o más hacia lo rojizo (tonalidad cromática R, a la derecha). Posiblemente no exista ninguna desviación de matiz, con lo cual resulta la tonalidad cromática M (centro) (Fig. 17).

Fig. 17: El hexágono en torno al valor medio M2: en comparación con el valor medio, las tres muestras superiores son más pálidas que las tres muestras inferiores. Las muestras que se hallan a la derecha del valor medio neutro M2 tienden al rojizo, las muestras a la izquierda del valor medio neutro tienden al amarillento.




Esquema 1: Ejemplo de una determinación del color.

Ejemplo
El procedimiento de la determinación de un color con el VITA SYSTEM 3D-MASTER®
podría desarrollarse según se señala en el esquema 1. No cabe imaginar ningún método
de toma de color más exacto y más rápido con la participación del ojo humano. La estructura
modular y la correcta selección del color a través de un sistema de exclusión permiten,
tras un corto entrenamiento, un manejo seguro y eficiente. En el caso de dientes
extremadamente claros o extremadamente oscuros no cabe esperar desviaciones hacia el
amarillo o el rojo, por lo que se puede partir de que las determinaciones de color en el
marco de los grupos de luminosidad 1 y 5 resultarán en la tonalidad cromática central M.

La distribución de los colores dentales en el espacio cromático dental
Resulta instructivo echar un vistazo a la distribución de las frecuencias de los diferentes
colores dentales en el espacio cromático dental. Los planos cromáticos de los grupos de
luminosidad límite 1 y 5, en analogía con los extremos cónicos del espacio cromático dental en forma de plátano, son relativamente pequeños. Por tanto, y siguiendo el principio de las distancias cromáticas constantes, no caben ya los seis dientes de muestra en estos planos cromáticos. Además, son extremadamente raros los dientes de estos grupos de luminosidad 1 y 5. Aproximadamente la mitad de todos los dientes naturales humanos se localizan en el centro, es decir, en el grupo de luminosidad 3. Como consecuencia, desde el punto de vista estadístico conviene comenzar la determinación del grupo de luminosidad partiendo del medio, para decidir a continuación si el diente de referencia es más claro o más oscuro, o si está realmente localizado dentro del grupo de luminosidad 3 (Fig.18)9.


Fig. 18: Distribución cuantitativa de los colores dentales naturales en el espacio cromático dental. El 50% de todos los dientes que existen en la naturaleza se localizan en el plano cromático del grupo central de luminosidad 3. Al determinar el grupo de luminosidad, por tanto, es recomendable iniciar
la comparación de la luminosidad partiendo de este grupo.

La mezcla de los colores principales 3D-Master
En el ámbito de las prótesis, las reconstrucciones de cerámica sin metal están al alza. En
comparación con otras técnicas, están incrementando su presencia rápidamente, al mismo tiempo que aumentan las exigencias estéticas. Se le da una importancia cada vez mayor a las reconstrucciones fieles a la naturaleza, marco en el que las nuevas cerámicas de estructuras  y de recubrimiento desempeñan un papel clave. El brillo, la translucidez y la opalescencia influyen, por supuesto, en la percepción durante la determinación del color de un diente. Sin embargo, siempre será decisiva en primer lugar la selección correcta del color básico. Las reconstrucciones antiguas con desviaciones cromáticas entre ÄE 4 y ÄE 6 se consideran hoy en día resultados poco logrados. Se piden magnitudes de ÄE comprendidas entre 1 y 3, lo que sólo se puede conseguir – atención – con subconstrucciones de cerámica sin metal, requiriendo además como condición imprescindible una correcta determinación del color y una buena colaboración entre el dentista y el protésico dental.

Esquema 2: Las 29 muestras de la guía de colores VITA SYSTEM 3D-MASTER


El sistema VITA SYSTEM 3D-MASTER® ofrece para ello las mejores condiciones previas.
La estructura colorimétricamente exacta de la guía permite mezclar los colores con un
resultado exactamente predecible, lo cual no es posible, por ejemplo, con una mezcla de
A2 y C1. Con las 29 muestras de la guía VITA SYSTEM 3D-MASTER® pueden combinarse
todos los colores secundarios deseados según las tablas del esquema 2.
Asimismo, pueden imaginarse innumerables colores secundarios adicionales, combinando
colores M con colores L y colores R. Aquí se abren posibilidades insospechadas al
servicio de una selección correcta del color básico de un diente.
Las desviaciones de los colores básicos se minimizan en seguida y el protésico dental
obtiene un mayor margen de actuación para realizar una cuidadosa caracterización del
diente mediante transparencias y efectos. Los valores de DE se reducen al mismo tiempo
a una magnitud que roza la incapacidad de discernimiento del ojo humano. Puede ser de
ayuda la aplicación conjunta de colorímetros digitales, partiendo del supuesto de que
éstos registren por completo los datos espectrales, tal como lo realiza el dispositivo "VITA
Easyshade", recientemente lanzado al mercado. En la próxima edición de Quintessenz
Zahntechnik se publicará un artículo referente a este tema.

Dr. Andres Baltzer, odontólogo
Gartenweg 12, 4310 Rheinfelden, Suiza
E-mail: andres@baltzer.ch
Vanik Kaufmann-Jinoian, protésico dental
Cera-Tech GmbH, Poststrasse 13, 4410 Liestal, Suiza
E-mail: vjinoian@aol.com




Anexo
1 Al observador con una capacidad visual normal se le atribuye una percepción de la luz visible que
abarca longitudes de onda comprendidas entre los 380 nm y los 720 nm. Las células receptoras de los
colores en el ojo humano se concentran en la zona central de la retina (fóvea central). Al comparar los
colores, es importante la extensión del área en torno a la fóvea central (campo visual). Los campos
visuales más grandes resultan en percepciones de color diferentes a las de los campos visuales más
pequeños. La definición del campo visual del observador se lleva a cabo mediante la determinación del
ángulo que abarca el campo visual (Fig. 19).



La percepción del color en la fóvea centralis: células fotosensitivas, pero no sensitivas al color son situadas
fuera de la fóvea centralis y distribuidas sobre la retina entera. En 1931, el CIE definió al observador
estándar con un ángulo de vista de 2° (observador de 2°). En 1964, el ángulo de vista fue
extendido a 10° (observador de 10°).

2 Según una ley física, la luz que emite un cuerpo negro está relacionada con su temperatura. La brasa,
por ejemplo, cambia de color a medida que se calienta. El color, por tanto, puede expresarse también
como temperatura cromática en °Kelvin.


3 Cualquier objeto se da a conocer al ojo humano con su propia información cromática. Esta información
puede sufrir falsificaciones si actúa sobre el objeto una fuente luminosa adicional reflectante.
Durante cualquier comparación de colores hay que evitar, por tanto, este tipo de "luz deslumbrante".
También influyen en la percepción cromática, por supuesto, el brillo, la translucidez y la opalescencia
de un diente. Sin embargo, hay que determinar siempre en primer lugar el color básico correcto. En
segundo lugar deben considerarse otros factores que influyen en el color.
4 En el sistema CIE-1931 los antiguos valores tricromáticos RGB de Maxwell son transformados matemáticamente
en los tres nuevos valores triestímulo, esto es X, Y y Z. Unos valores X, Y y Z idénticos dan
como resultado el blanco. Mediante cálculos adicionales, estas variables (cromaticidad) se transforman
en x, y y z, dividiendo cada variable entre la suma total de todas, esto es: x = X/(X+Y+Z), etc. Lo importante
de esta transformación es el hecho de que la suma de todas las coordenadas de cromaticidad es
igual a 1 (x+y+z = 1). Con ello sólo dos de las nuevas magnitudes son independientes; pueden representarse
en un diagrama bidimensional (véase Fig. 4).
5 Para llegar al sistema CIE- L*a*b*, las tres coordenadas colorimétricas x, y, z (parámetros cromáticos)
de la tabla de color normalizada de la CIE son transformadas en tres magnitudes nuevas, las cuales se
denominan L, a y b. X e Y se convierten de una manera bastante compleja en a, a partir de Y y Z se halla
de modo similar b, mientras que sólo Y interviene en el cálculo de L. El parámetro L (lightness, luminosidad)
representa a su vez algo así como la "claridad psicométrica" (o "suavidad"), es decir, está
definido a través de una función apropiada para una magnitud psicofísica (un parámetro cromático)
que se elige de tal manera que los intervalos escalares iguales reproduzcan lo más exactamente posible
las diferencias iguales entre los colores emparentados por su "lightness". Los valores de L están comprendidos
entre 0 para el negro y 100 para el blanco.
6 El ángulo h está localizado entre 0° y 90° para los colores entre amarillo y verde. El ángulo h se halla
entre 90° y 180°para los colores entre verde y azul. El ángulo h se encuentra entre 180°y 270°para los
colores entre azul y rojo. El ángulo h está entre 270° y 360° para los colores entre verde y rojo. La fórmula
matemática aquí indicada para el cálculo del ángulo h se basa en la trigonometría de un triángulo
con un ángulo de 90°. Para colores y mezclas más allá del lado rojo (+a) y del lado amarillo (+b) ya
no se da el caso de un triángulo rectángulo, por lo que hay que aplicar una fórmula matemática más
compleja para calcular el ángulo h.
7 El modo de cálculo descrito para ÄE ponderá los factores de luminosidad, intensidad y tono de tal
manera que no se prestan demasiado bien para medir la magnitud de la diferencia percibida entre colores.
Aplicando diversas modificaciones en el cálculo, pueden conseguirse mejoras en la medida del
parámetro ÄE original. ÄECMC, ÄE94, ÄE2000, ÄELC, ÄEMHT etc. representan, de hecho, correcciones adicionales
de la irregularidad que muestran las diferencias entre colores en el espacio cromático L*a*b*.
Especialmente en la aplicación en el sector dental, la elección indicada para calcular ÄE no es muy afortunada.
La ponderación de la luminosidad debería ser más acusada, al tener ésta el mayor peso en la
percepción de la coincidencia entre colores dentales. En una reconstrucción del diente provista de la
luminosidad correcta, las posibles deficiencias adicionales en el color tienen menor importancia.
8 El método de determinación aquí recomendado del grupo de luminosidad mediante los dientes M2
no corresponde a las instrucciones de la casa VITA. En el sistema VITA SYSTEM 3D-MASTER® está prevista
la determinación de la luminosidad mediante los dientes M1. Esto parece lógico porque los dientes
M1 se encuentran en la parte superior de la guía cromática y pueden aplicarse sin ser desmontados. La
determinación de la luminosidad mediante los dientes M2 es una modificación más complicada pero,
según nuestra experiencia, más prometedora.
9 Desde hace unos años, el blanqueamiento químico de los dientes gana en popularidad, ya sea como
muestra de la eterna búsqueda de la fuente de la juventud o como variante cultural del lema "citius,
altius, fortius“ ("más rápido, más alto, más lejos"). En tanto que estas desviaciones de luminosidad se
producen en el espacio cromático dental natural, puede comprenderse esta moda hasta cierto punto.
El blanqueamiento debe ser cuestionado cuando la luminosidad ha de sobrepasar el grupo de luminosidad
1, o se persigue conseguir incluso el innatural grupo 0. Sin embargo, uno suele ser prácticamente
impotente ante las tendencias de la moda y los deseos extravagantes. El VITA SYSTEM 3D-MASTER
® ya ha reaccionado a estas tendencias y ha completado la guía cromática con un grupo de luminosidad
0. En Estados Unidos, este paso a la innaturalidad es muy popular.
Habrá que esperar a ver si este fenómeno conlleva una desviación de la distribución estadística de los
colores dentales dentro del espacio cromático dental.